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jueves, 27 de enero de 2011

EL CONEJO DE MONTE Y LAS LÍNEAS DEL AVE

Recientemente, el Ministerio de Fomento, a través de ADIF ha abierto un concurso público valorado en más de 400.000 € para la adjudicación a una empresa el "control de la plaga de conejos" en las líneas de alta velocidad durante 2 años, siendo la fecha prevista para resolver el trámite, el próximo 31 de marzo.
Es una noticia sorprendente en si por la licitación de un concurso para cazadores, si, para cazadores que se encarguen de controlar una especie cinegética que, en este caso, es considerada una plaga.

La verdad es que no incluyo esta noticia por dar publicidad a la oferta, sino para tratar de hacer una pequeña reflexión de porque el conejo de monte atraviesa por tan difícil situación en muchas zonas de nuestra geografía, mientras que en otras, muchas veces en condiciones muy concretas e incluso, aparentemente inhospitas, como los taludes de las vías del AVE o las medianas de las autopistas, son capaces de reproducirse hasta causar graves daños en las propias infraestructuras o en los cultivos
colindantes.
La verdad es que, aunque las apariencias engañen, la respuesta a esta cuestión no debe ser sencilla, puesto que, todos los años se invierten muchos esfuerzos personales, económicos, medioambientales... en la recuperación de las poblaciones de este lagomorfo, que no roedor, en la Península Ibérica.
Parece claro que el factor común de estas infraestructuras podría ser un hábitat especial, caracterizado por un cierto grado de aislamiento que permite mantener limitado el acceso a predadores, tanto aéreos como terrestres (más estos últimos) un movimiento de tierras que favorece la creación de desniveles o taludes donde poder hacer madrigueras y una estructura artificial que soporte las enmarañadas galerías que acaban construyendo. Quizás incluso podríamos añadir algún otro factor común, aunque no resultaría tan evidente, aunque, en todo caso, los resultados si lo son y los conejos proliferan en muchos entornos de estras infraestructuras.
¿No sería interesante tratar de extrapolar estos factores comunes a los lugares donde los conejos atraviesan por problemas? Quizás si, aunque, como digo, el análisis debería ser ciertamente un poco más profundo.



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